Insumos Jabones Artesanales

Si estás comenzando, te recomiendo empezar con las bases de jabón cristal o la blanca, ya que pueden resistir hasta un 5% de aditivos, y tienes menos riesgo de que se aglutinen. Solo debes preocuparte de que no hiervan. Derrite la base de jabón en el microondas cada 1 minuto, revolviéndola; así no deberías tener problemas.

Luego de eso, puedes usar las bases saponificadas, como la de leche de cabra, carbón, avena y karité, entre otras. Ten en cuenta que estas se deben trabajar a baño maría, y tienes que tener mucho más control de la temperatura y la exposición al calor.

El "sudor" en el jabón de glicerina ocurre porque la glicerina atrae la humedad del aire y forma gotas de agua. Para prevenirlo, puedes:

1. Curar y almacenar el jabón en un ambiente seco, usando un deshumidificador si es necesario.
2. Empaquetar el jabón en material que lo proteja de la humedad, como film plástico.
3. Añadir aditivos como sal o alcohol a la receta del jabón para reducir la sudoración.
4. Mantener el jabón cubierto o en un contenedor cerrado hasta su uso.

Es posible que necesites experimentar con estos métodos para encontrar el más adecuado para tu situación.

Nuestras bases están diseñadas para tener una alta fijación de aromas. De igual manera, puedes potenciarla agregando tintura de benjuí al jabón. Evita exceder el 1% en la dosificación, y ve probando de a poco.

Es importante recordar que mayor espuma suele significar mayor capacidad para arrastrar las grasas de la piel, pero también puede generar mayor resequedad e incluso irritación en algunas pieles.

Otro factor a considerar es el pH; si está muy alto (9+), también puede causar irritación.

Teniendo esto en cuenta, puedes añadir tensioactivos suaves como la betaína de coco, que proporciona más espuma, pero de manera gentil y suave. Ahora bien, si buscas mucha espuma, te recomiendo el SLSA. Es un agente detergente biodegradable que genera muchísima espuma.

Para quitar las burbujas en la parte superior del jabón, primero rocía la superficie con prolijador justo después de verter el jabón en el molde, lo cual ayuda a disolver las burbujas.

Asegúrate también de mantener la temperatura de la base de jabón no muy alta al verterla, ya que el calor excesivo puede causar más burbujas.

Vierte el jabón cuidadosamente y desde baja altura para evitar introducir aire. Si persisten las burbujas, utiliza un palillo o espátula para removerlas suavemente.

Finalmente, al mezclar aditivos o fragancias, hazlo con suavidad para no agregar aire adicional a la mezcla. Estos pasos deberían ayudarte a minimizar o eliminar las burbujas en tus jabones.